Gracias por coincidir: semblanza de mi mamá. 2° B D.Flores

Mi madre es un ser humano sumamente maravilloso, es alguien que a pesar de todo lo que ha vivido siempre ilumina cualquier lugar con su sonrisa. Algunas veces puede ser muy agría pero en otras es la más dulce del mundo. Ésta mujer tiene la magia para sanar corazones y para alegrar las noches. Es atenta y siempre tiene algo que decir, nunca se queda callada, es directa y leal. Una gran amiga.

Su madre falleció cuando ella tenía apenas 10 meses de edad por lo que quedó a cargo de sus hermanos mayores. Al crecer, tuvo una infancia dura y difícil, cuando iba a la escuela llevaba los zapatos rotos y unas cuantas libretas en una bolsa de plástico pero a pesar de eso, a ella le gustaba la escuela y aunque las críticas de los demás niños no le gustaban, ella siempre se mostró positiva y eso no la detenía. Lo que más le gustaba era divertirse con sus amigos de la cuadra, iban a nadar al río o jugaban al toro congelado, a las escondidillas y al avión.

Comenzó a trabajar cuando apenas tenía 14 años, lavaba platos en una fonda cercana a la playa, y un día inesperado conoció a una persona que le cambiaría la vida por completo, una persona que la ha acompañado desde entonces, el amor de su vida. Pasó un tiempo y decidió casarse con él. El joven al que conoció era del estado de Puebla por lo que tuvo que decir adiós a la playa. Desde los 15 años radica en Puebla, su vida no ha sido color de rosa pero a pesar de todo, se siente bien y feliz y no se arrepiente de haberse casado tan joven porque ahora tiene a una familia a la cual quiere y adora con todo su ser. Su mayor motivo es su familia y siempre está al pendiente de ella, pone reglas, regaña, grita, ríe.

Ella es muy importante para mí, siempre está cuando la necesito, me da buenos consejos y me alienta a seguir adelante. Ha estado conmigo desde que nací y realmente quisiera que estuviera siempre conmigo, cuidándome y dándome todo su amor. Me contagia con su ánimo y sé que con ella siempre tendré unos brazos muy acojinados para abrazarme, aunque peleemos, yo la quiero.