Mi madre es alguien que ha impactado demasiado en mi
vida, ella, es una gran persona, pues ha pasado por muchas cosas, demasiadas,
que he perdido la cuenta, pero lo único que sé, es que ella es una persona que
nunca se rinde, que va contra la vida temerosa, pero con la mente en alto,
venciendo cualquier tipo de obstáculos a lo largo de toda su vida, porque lo
que me encuentro en gran admiración hacia ella, la gran mujer que me dio la
vida y que sin duda es mi mejor motivo de semblanza.
A ella desde que era muy pequeña su padre la dejó pues existían diversos problemas entre familia
que no se podían resolver. Ella, solo se quedaba ahí, oyendo; quería mucho a su
padre y a su madre, pero existía un sentimiento de cariño mayor con su padre,
hasta que un día se fue. Ella sufrió demasiado, estuvo a punto de morir, pero
gracias a su madre y a Dios por supuesto, logró salir y salvarse.
Pasaron los años y ella creció, su familia no tenía
mucho dinero, y ella ayudaba en lo que podía. Siempre la pasaban bien, le
gustaba jugar con los insectos y hacer infinidad de cosas en el campo.
Poco después, ella llegó a la mayoría de edad y empezó
a trabajar para cubrir los gastos, y apoyar a su abuelo que estaba enfermo. Ella
trabajaba en un restaurante de cocina, era muy buena haciéndolo, hasta que de
pronto conoció el amor ahí.
Paso y paso el tiempo, ella se casó a los 23 años,
todo fue genial, ya un año después nací yo un niño muy risueño. Ella paso 13
años de su vida cuidándome hasta, que apareció mi hermanito, y fue una gran
noticia.
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